DIARIO  PERSONAL

(Modelo ficticio... o no).

15 de febrero de 2010

Esta tarde, cansada después de pasar la ITV (es sorprendente que ya hayan pasado cuatro años desde que me compré el coche ¡52 euros! Este mes no levanto cabeza con tanto gasto)... Bueno, que me he puesto a escribir sobre el diario mientras escucho la banda sonora de Afinidades, la última película de V. C. y P. Todavía no la han estrenado, pero R. me la ha dejado. Espero que les vaya bien con la película.  Me gusta que R. esté tan ilusionada con un proyecto. Ayer hablé con ella por teléfono. ¿Desde cuándo no hablábamos?... He hojeado el diario… ¡Dos meses! Desde el cumpleaños de Juan y Andreu. Me he despistado. Mañana les voy a hablar del diario literario a los de Literatura universal. Madre mía… Es hablar del género literario que mejor consigue provocar en el lector una ilusión de  una vida... Les voy a pedir que escriban un diario propio. Un yo (real o ficticio; pero que logre engañarnos si es ficticio…) que plasme su sentir, sus vivencias. ¿Serán capaces? Estoy cansada… Hasta la noche se ha puesto a llorar gota a gota. El diarista no es un escritor de mundos inventados, de fantasía, pero puede ser un mentiroso, al contrario que el poeta o el novelista. 

Ahora tengo dudas de que sea posible una  forma total de diario, de escrito sincero. Les voy a preguntar qué opinan. Ya me los imagino. Silencio total. Participarán los de siempre y silencio. ¿Alguno escribirá un diario real? Yo creo que ya casi nadie lo hace. Si soy yo… y me cuesta.

Desde el momento en que cojo el bolígrafo me desdoblo en personaje y autor. Quiero plasmar todo como lo siento y como me ha pasado, pero… Sinceramente, ¿lo cuento todo?  Se trata de todo un mundo personal,  privado… Aunque,  también hay un reflejo de lo público. En un diario abierto al mundo, cruzan personajes con nombres y apellidos y referencias, más o menos directas, a lo histórico.  En un buen diario las referencias van más allá del ombligo del autor. 

Suenan las llaves de L. cayendo en la mesa de la entrada.  Trufa ladrando. Hay sonidos tan de casa…  Ahora el grifo, lavándose las manos y su “¿Qué haces?” que anuncia que ya he terminado de hacer todo lo relativo al trabajo. Como él dice… “Cuando estamos en casa… nuestro horario laboral ha terminado”. Enciende la tele. Las noticias. Contador ha sido absuelto… Verás cuando le diga que quiero quedarme corrigiendo esta noche los controles de segundo. Mañana seguiré escribiendo.  Quiero que les quede claro lo que es un diario. Que en un diario caben todas las contradicciones de la vida cotidiana: hay días en que no aguantamos a quien más queremos (amigos, familia, compañeros de trabajo…); en que hay amores eternos que no recordamos a la mañana siguiente...  Bueno, nos vamos a sacar a Trufa. He terminado por hoy.

Si queréis leer un buen diario de verdad, aquí os dejo el enlace al

DIARIO DE ANA FRANK.

En clase hemos visto una película basada en otro libro escrito en el formato del diario, de hecho, se trata de un conjunto de diarios reales de un grupo de adolescentes: Escritores de la libertad (Free writers).

Recomendamos tanto el libro (del que hábéis leído algún diario) como la película.

Dejamos el trailer:

PLAZO DE ENTREGA DE VUESTROS DIARIOS: VIERNES 25.

¡Sed felices!